Leo la siguiente noticia:
Condenan a una madrileña por dejar a un perro en la puerta de El Refugio
Un problema que sufren continuamente sujetos los refugios, protectoras y centros de adopciones es el abandono de animales que se produce en la misma puerta del centro. Alguien va con su coche, deja al animal en la puerta y se marcha sin más.
Según informa El Refugio, este es el primer caso de condena judicial por abandonar a un animal en las inmediaciones de un albergue. Sin duda, una buena noticia que debe ser difundida, para disuadir a quienes tengan pensando deshacerse cobardemente de un individuo con la capacidad de sufrir y disfrutar.
No podemos pasar por alto que el problema del abandono va a continuar mientras los animales sigan siendo sometidos a un continuo ciclo de reproducción y venta, y mientras sigan siendo discriminados por el hecho de ser de otra especie. Acabar con el abandono de animales pasa necesariamente por oponernos a la venta de animales, no comprarlos, y esterilizar a aquellos animales con los que vivimos. Comprar a un animal o permitir a un animal reproducirse es condenar a muerte a otro. Los albergues y las perreras están saturados, y eso no va a cambiar mientras hagamos que nazcan más perros y gatos.
Hay personas bienintencionadas que compran a un animal porque no quieren que sufra en la tienda. Sin embargo, cada vez que aportamos dinero a una tienda o a un criador estamos contribuyendo a que continúe ese negocio, basado en la explotación animal, los embarazos forzados y el apartar a un animal de sus crías. Si queremos convivir con un animal y considerarlo como a un miembro más de la familia, podemos acudir a una protectora, sabiendo que el lugar que deja libre allí será ocupado por otro animal necesitado, y todo ello sin las consecuencias negativas que tiene financiar con nuestro dinero a las tiendas y criaderos. |